Marita Así Lo Ve Parte I Puede que estés esperando una carta mía, diciendo lo que no pude decir ese día bajo aquel sol inclemente de mediodía, estaba en pausa, pensando qué decir; estabas guapísimo con tu camiseta negra y tu jean desgastado. No hay un día que no mire tu foto, que no robes mis suspiros, porque son robados. No supe en qué momento me enamoré de ti, Felipe. Estaba en la universidad, en el salón No. 45, presentando un examen de Cálculo cuando irrumpieron otros estudiantes en el salón para que todos los que estábamos ahí, saliéramos a formar parte de la protesta cuya consigna era "NUESTRA UNIVERSIDAD ES AUTÓNOMA. NO LE PERTENECE AL ESTADO". Un chico con megáfono en mano estaba liderizando la protesta, su cara se ponía de un rojo tomate cuando hablaba, se notaba cansado. Escuché cuando me acercaba a la tarima donde él se encontraba: "¡Felipe te apoyamos!". Pasaron unos cuantos meses, años, no recuerdo bien, cuando cruzamos las primeras palabras. Él e