11/08/15 Con la vista clavada en un cielo azul, siento una paz similar a cuando veo el mar. Tardé mucho en notar la analogía de las nubes con el algodón. Cuesta creer que un poco de silencio mental me permitiría notar aquello que siempre me acompañó. Los quehaceres, el trabajo, el día a día , demanda tanto mi atención que resto importancia a contemplar, a caminar despacio y respirar para todo mi cuerpo. Basta un mal día para querer huir y escapar a ese lugar que sólo la imaginación perfecciona para brindar tranquilidad. La tranquilidad es un estado al que pude acceder cuando decidí mirar el cielo, luego las aves, los árboles, las personas que me rodeaban. Sentí que revivía cada célula de mi cuerpo, y que me duermo muy seguido cuando no lo noto. Siempre escucho: "la vida es una sola" y como cada quién le da su sentido, para mí significa disfrutar cada día porque son únicos y agradecer por la oportunidad de nacer cada mañana.