20/10/14
Hoy me levanté con deseos de acurrucarme en mi cama y quedarme gran parte de la mañana en ese lugar e instante de relax. El deber llama y a mi puerta golpea sin parar. Las noticias son el desayuno, el almuerzo y la cena; sean impresas, digitalizadas o en tv. Cada vez se impone el tema de las enfermedades, los virus y el incremento de personas infectadas. Es normal ver en los rostros de las personas una especie de temor cuando alguien con síntomas de gripe se acerca, nos hemos convertidos en detectores del Chikungunya, ¡sí!. La simple gripe que nos solía afectar, pasó a otro plano; el tema de moda es Chikungunya. Todo mortal que esté sudado, tenga una apariencia rojiza y anuncie que le duele los huesos, "tiene el Chikungunya", según la subjetividad del observador. Es que el temor de no ser contagiados, nos pone en alerta constante, nos miramos unos a otros con aires de sospechosos. Los antialérgicos se venden al mayor y detal, dejando en la última posición del rating a la escasez de alimentos, tema recurrente en el habla del venezolano. Sea en el banco, en la playa y en el supermercado, escucharás decir: " la situación está fea, esto no lo detiene nadie". "Vamos peor, ¿hasta cuándo?. Somos unos "##$$$%%". A pesar de nuestros conflictos internos, aún se mantiene el humor y eso no tiene precio.
Comentarios
Publicar un comentario