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Rompecabezas para un corazón roto. No sé porqué me pregunto tantas veces si mi soledad, la produjo tantos sinsabores que mi mente resguarda para torturarme y hacerme sentir que no estás. ¿Por qué una mañana soleada, y el canto de los pájaros son tan insignificantes para este corazón roto; por qué torturarme se ha convertido en existir y placer?, no me resulta fácil vislumbrar a lo lejos lo feliz que fui. Ya no hay cabida para la luz que alguna vez vi cuando te conocí, la esperanza se marchita como una planta que necesita agua y luz para crecer; hoy sólo sé que eres la pieza importante que arma este corazón roto. La soledad es un portal al que solo entras para escapar de la realidad, y mi realidad es que ya no te veo, te fuiste para no volver, mis sueños no permanecen , se desvanecen en el duro intento de mantener la esperanza de que algún día vuelvas. He aquí con rosas marchitas, una vela agotada y un lápiz con punta afilada para escribir que mi corazón en este tormentoso sil
IRA Dos gotas de agua mojan la herida derramada vacío los sentimientos que demoraron en salir sufrir no pesa, callar desespera  agonía no poder gritar. Sellar los labios para no herir firme la coraza que sepulta la emoción hasta cuándo esta demolición?. Será que en vez de hallar, deberé sanar? qué tristeza no poder huir los caminos se borraron el silencio desespera y la coartada se raja. María José Rojas Salazar
LOOK CASUAL
AUSENTE  Como refugio encriptado es el alma escondida en vertientes de emociones despojado del infinito deseo de mostrar reír o llorar, incansable ego que sostiene un orgullo se toca tierra,  pero se olvida el camino   la felicidad perdió su aroma el amor no dejó rastro para no sufrir el pasado se olvidó de historia la ausencia hizo fiesta  la premura ancló en un océano sin fondo es vital estar ausente. María José Rojas Salazar
Noche  La luna se moja en la noche acompañada de destellos luminosos se ve distante la aurora,  imperceptible ante las gotas sedantes de la oscuridad la brisa se enfurece penetrando el silencio perpetuo  un gris se cuela  por el mar bruno lágrimas desciende sin razón un aroma a tierra humeda se cuela por doquier abatida  la lluvia que acontece   adormece  los párpados cansados. María José Rojas Salazar
Parque Nacional La Sirena, Municipio Guanta. Estado Anzoátegui. Venezuela