La buena buena es que cumplí años, ahora saber ¿cuántos?, perdí la cuenta. Éste diario inicia así:

   Cumplir años puede ser el momento más esperado por muchos y el menos deseado por otros, la edad va sumándose y siempre sale a relucir los  "chistes de que estamos más viejos que ayer", realmente es desagradable, aunque en el momento mostremos una sonrisa. Yo, disfruté muchísimo mi día porque la vida es un tesoro invaluable, y hay que celebrar la oportunidad que se nos da. 

  A las 5:00 a.m, mi madre me puso las mañanitas, como es costumbre en la casa de mis padres; bajé con maracas y un gorro de arlequín puesto en mi cabeza, no faltó mis lentes grandes, que goza verme puesto porque dice que parezco una mosca, tan bella. Me gocé mi canción, feliz, feliz, así me sentía y así me siento en estos momentos. Mi vecino, un hombre mayor pero con alma de joven también me cantó las mañanitas, parecían las fiestas patronales. Tanto cariño recibí, tanto buenos deseos, que casi lloré, pero no lo hice, para mí es pavoso llorar, pelear, entristecerse en los cumpleaños. 

  No les subo foto porque no tomé, ese día me olvidé de las redes sociales. Al día siguiente vi tantos mensajes lindos publicados en mi instagram que qué les puedo decir, soy afortunada.  A ustedes que me leen, pero nunca me comentan aunque sea para criticar las locuras que escribo, ¡GRACIAS, GRACIAS!.