Desde que nacemos, existe por parte de nuestros padres y familiares, una lucha por adaptarnos a un sistema que nos educa para ser "normales" y estar propensos a la competencia. La infancia se va en un manojo de actividades que estimulan lo cognitivo y lo metacognitivo, porque es importantísimo la preparación a temprana edad, incluyendo el estudio de otros idiomas. Una iniciación que no se escoge, se impone. Crecemos con la convicción de que la educación es lo fundamental para posicionarnos en el trabajo, mejorar el nivel económico y de liderazgo que nos proyectamos en algún momento. "Porque ese es el éxito que nos merecemos".
A todas estas efímeras emociones, prevalece la más incómodas de las sensaciones, el no sentir una verdadera y auténtica afinidad con lo estudiado. El talento se omite, y el tiempo se deduce a un anhelado "TÍTULO" para mostrar en la sala, o en cualquier rincón disponible.
La mayoría de las personas que estudian en una universidad, suponen que el título les abrirá un mundo de posibilidades, y están en lo cierto, porque el conocimiento es sinónimo de progreso, pero, ¿una persona con conocimientos es sinónimo de progreso?...si no tiene pasión por lo que hace, nada cambiará a su alrededor.
En ningún momento surgen preguntas como las que leerás a continuación a la hora de escoger qué estudiar: ¿Qué me apasiona?; ¿Qué carrera me conduce al logro de mis objetivos?; ¿Cómo movilizo lo aprendido?.
Lamentablemente, sube el porcentaje de personas insatisfecha con sus labores, deseando que un lunes sea viernes. Recibiendo un salario que no corresponde con su nivel de estudio y expectativas. Personas que acumulan cursos y curriculum que abarcan tres (3) páginas. Personas con un talento sin explotar y capaces de desarrollar grandes ideas y ser emprendedores.
A todas estas efímeras emociones, prevalece la más incómodas de las sensaciones, el no sentir una verdadera y auténtica afinidad con lo estudiado. El talento se omite, y el tiempo se deduce a un anhelado "TÍTULO" para mostrar en la sala, o en cualquier rincón disponible.
La mayoría de las personas que estudian en una universidad, suponen que el título les abrirá un mundo de posibilidades, y están en lo cierto, porque el conocimiento es sinónimo de progreso, pero, ¿una persona con conocimientos es sinónimo de progreso?...si no tiene pasión por lo que hace, nada cambiará a su alrededor.
En ningún momento surgen preguntas como las que leerás a continuación a la hora de escoger qué estudiar: ¿Qué me apasiona?; ¿Qué carrera me conduce al logro de mis objetivos?; ¿Cómo movilizo lo aprendido?.
Lamentablemente, sube el porcentaje de personas insatisfecha con sus labores, deseando que un lunes sea viernes. Recibiendo un salario que no corresponde con su nivel de estudio y expectativas. Personas que acumulan cursos y curriculum que abarcan tres (3) páginas. Personas con un talento sin explotar y capaces de desarrollar grandes ideas y ser emprendedores.
"No es posible pasar años estudiando y luego ser un obrero más."
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