DEMENTE
Muchacho ebrio de amor,
centinela dormido,
parte tu cuerpo en dos
y deja que el cuerpo queme.
Recuenta,
recuenta cada ebriedad inútil.
Acuérdate del día que no dormiste,
en que no cejaste.
Mira de nuevo tu existencia con lucidez
y acuérdate de tu amada.
¡Oh días hermosos, límpidas noches!
¡Cómo te he soñado amada!
¡Aquellas tibias tardes!
Demente, como en otro tiempo,
sigo demente...
Tardes diseñadas en tonos pálidos:
Andantes, adagios y sinfonías,
melodías tiernas ¿y tú?.
Tu rostro oculto bajo la almohada,
que muerdes y rasgas,
que lloras y empañas,
que de júbilo besas.
"Es tan extraño",
dices solamente,
"Es tan extraño"
¡Es el cielo, claro!
Me duele el tiempo.
Debes enseñarme tanto...
y es tan urgente.
Te imagino...
Permeable al amor.
Debo contarte muchas cosas,
esbozarte pequeñas razones
que siempre debilitan,
que son hermosas
como tristes pasiones.
Autor: Julián Osca-Soriano
Poema extraído de su libro: Poemario de Juventud.
Comentarios
Publicar un comentario