El éxito nos motiva a ser mejores, romper paradigmas y concretar metas. El éxito energiza, induce a creer que podemos lograr todo cuanto deseemos...nada es imposible. 

  Vender "ÉXITO" es una estrategia que fomenta la creatividad de quiénes lo sienten a diario. Cada vez más despertamos en una realidad que subestima nuestra capacidades y estimula la dinámica de comunicarnos efectivamente y ser proactivos. Nadie se educa para fracasar, es  por ello, que resulta extraño establecer una relación entre éxito y fracaso. En un principio podemos pensar que no existe ningún vínculo, pero no es así.

 La emoción que sentimos cuando alcanzamos el éxito se lo debemos al fracaso previo que liberó  nuestro potencial, sacó lo mejor de nosotros. Porque la función del fracaso no es precisamente adormecer, es accionar las herramientas que poseemos para que salir adelante. 

 Vender "ÉXITO" sin fracaso, es una oferta engañosa que puede generar frustración. Desde la infancia hasta la adultez recibimos información que refuerzan la importancia de lograr metas para sentirnos exitosos, el detalle es que el éxito no se logra en un primer intento, y puede que tampoco, en un quinto intento, pero se sigue intentanto, y en ese proceso se aprende, se crece, mientras nos  acercamos a lo más anhelano.