CUANDO LA ANGUSTIA ME DOMINA.
Puede que la angustia sea para muchos un estado "normal" producto de una noticia no favorable, estrés laboral y situaciones que no podemos controlar, pero, ¡he aquí el detalle!. Sentir angustia nos pone en un estado donde prevalece lo negativo y todo a nuestro alrededor no esta bien, incluyendo nuestro cuerpo y espíritu. Bernardo Stamateas en su libro "Emociones Tóxicas" refiere que: " la angustia actúa como un aislante que no permite ver ni sentir ni experimentar la oportunidad que hay detrás de cada momento doloroso. Porque tal como sentimos es como interpretaremos la realidad". Vivir angustiados nos aferra a no soltar aquello que nos destroza internamente por pensar que de esta forma estaremos atento a cualquier circunstancia sin que nos tome desprevenidos. Aprender a no angustiarse es una tarea que bien vale la pena practicar porque no solo facilita la búsqueda de soluciones y aceptación de aquello que no podemos cambiar, nos permite ubicarnos en espacio y tiempo y aprovechar cada instante.
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