17/11/14
Querido diario me propuse comer sano y de vez en cuando complacer antojitos para equilibrar la dieta. El comer sano está de moda y las tendencias de lo orgánico, se impone. Ahora bien, ¿hay qué exagerar?, no creo. Hace unos días fui de compra al supermercado y en la maravillosa fila que suele armarse en cuestión de segundos para cancelar, tocó escuchar las típicas conversaciones de: "para verse bien, hay que ver estrellas y estrellados". Resulta que no solo el comer sano, ejercitarse y estar al día con las recetas y técnicas para bajar de peso, y autoafirmarte ¡SÍ SE PUEDE! cada vez que estás tentada a caer en el delicioso pecado, son suficientes. Pareciera que debes hacer más, como por ejemplo, contribuir con el bienestar común, por lo que sin querer queriendo, terminas comportándote como una especialista de la nutrición donde evalúas sin permiso ni contemplación a mujeres "rellenitas" u "obesas". Según el cristal con que las mires, puedes mostrar expresiones de horror, análogas a cuando nos damos cuenta de que la tarjeta de crédito nos dejó mal ante una oferta tentadora. Al ver estas situaciones, me pregunto: ¿comer sano y llevar una vida saludable me permite criticar a otros que no lo hacen?, ¿debo condenar a otros con una mirada de espanto porque yo, creo que estoy por el camino correcto?. Realmente pienso que somos creadores de nuestro bienestar, comiendo sano o no, somos seres perfectos que a veces despertamos creyéndonos imperfectos y observando en otros nuestros defectos a través de las críticas. La vida es una sola vez, cada segundo cuenta y porque es valiosa, alimentarnos sanamente nos brinda la posibilidad de sentirnos bien para vivir el día a día, no para ser personas fitness.
Querido diario me propuse comer sano y de vez en cuando complacer antojitos para equilibrar la dieta. El comer sano está de moda y las tendencias de lo orgánico, se impone. Ahora bien, ¿hay qué exagerar?, no creo. Hace unos días fui de compra al supermercado y en la maravillosa fila que suele armarse en cuestión de segundos para cancelar, tocó escuchar las típicas conversaciones de: "para verse bien, hay que ver estrellas y estrellados". Resulta que no solo el comer sano, ejercitarse y estar al día con las recetas y técnicas para bajar de peso, y autoafirmarte ¡SÍ SE PUEDE! cada vez que estás tentada a caer en el delicioso pecado, son suficientes. Pareciera que debes hacer más, como por ejemplo, contribuir con el bienestar común, por lo que sin querer queriendo, terminas comportándote como una especialista de la nutrición donde evalúas sin permiso ni contemplación a mujeres "rellenitas" u "obesas". Según el cristal con que las mires, puedes mostrar expresiones de horror, análogas a cuando nos damos cuenta de que la tarjeta de crédito nos dejó mal ante una oferta tentadora. Al ver estas situaciones, me pregunto: ¿comer sano y llevar una vida saludable me permite criticar a otros que no lo hacen?, ¿debo condenar a otros con una mirada de espanto porque yo, creo que estoy por el camino correcto?. Realmente pienso que somos creadores de nuestro bienestar, comiendo sano o no, somos seres perfectos que a veces despertamos creyéndonos imperfectos y observando en otros nuestros defectos a través de las críticas. La vida es una sola vez, cada segundo cuenta y porque es valiosa, alimentarnos sanamente nos brinda la posibilidad de sentirnos bien para vivir el día a día, no para ser personas fitness.
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